Salsa de crema, salsa Mornay, salsa de queso cheddar, salsa Nantua, salsa de mostaza: ¿qué tienen todas en común?
La respuesta es esta: salsa bechamel. La salsa bechamel, también conocida como salsa blanca, es una de las cinco salsas madre francesas que sirve de base para las salsas secundarias mencionadas anteriormente. Si sabe cómo hacer correctamente esta salsa, está a mitad de camino cuando se trata de aprender a cocinar salsas a base de leche o crema.
Los ingredientes básicos de la salsa bechamel son manteca, harina, Leche y sal. Los ingredientes adicionales pueden incluir pimienta, nuez moscada recién molida, hoja de laurel, cebolla y Clavo. La mantequilla y la harina suelen ser partes iguales, pero algunas recetas difieren en lo que respecta a la proporción de mantequilla y harina. La salsa se prepara haciendo primero lo que los franceses llaman roux, una mezcla de mantequilla y harina.
Comience derritiendo suavemente la mantequilla en una cacerola (preferiblemente antiadherente) a fuego medio. No dejes que la mantequilla chisporrotee; tan pronto como se derrita, retire la cacerola de la estufa. Luego, tamice la harina en la mantequilla y revuelva la mezcla a fuego suave con una cuchara de madera para que la harina se cocine. Debe estar listo después de unos minutos, pero tenga en cuenta que no cocinarlo lo suficiente puede hacer que la salsa tenga un sabor harinoso. En esta etapa, su mezcla ahora es el roux y está listo para agregar la leche.
Poco a poco agregue la leche, asegurándose de que se caliente. No agregue leche fría ya que puede hacer que su salsa se vuelva grumosa. Batir la leche y el roux, vigilando el espesor de la salsa. Se puede agregar un poco de cebolla, clavo y hojas de laurel a la mezcla para agregar sabor, pero luego se eliminan o se filtran de la salsa después de cocinar. Sazone con sal, pimienta y nuez moscada recién molida al gusto.
No uses pimienta negra si quieres una salsa puramente blanca porque dará como resultado manchas negras en la mezcla. Para mantener la salsa blanca, usa pimienta blanca en su lugar. Asegúrate de revolver la salsa por completo para evitar que se pegue a la sartén. Retire la cacerola del fuego una vez que alcance el grosor deseado, ¡y listo!
Esta salsa es increíblemente versátil. No solo puede agregar ajo, pimientos o diferentes condimentos para crear un sabor único, también puede agregar queso parmesano y queso cheddar rallado para crear una salsa de queso que a todos les encantará. Esto se puede rociar sobre pasta, pollo o verduras.