Al vivir en Londres, no puede encontrar ajo silvestre en ninguna parte a menos que esté preparado para volver a hipotecar su casa y dirigirse al Borough Market. Sin embargo, los puerros silvestres crecen en abundancia si sabes dónde buscar. En mi caso, está en el jardín de mi amigo a la vuelta de la esquina. Su nombre propio es Puerros de tres picos porque el tallo tiene una cresta que forma un triángulo torcido cuando los cortas (como se ilustra mal en la foto de abajo, si miras de cerca). De hecho, los puristas del forraje argumentarán que el verdadero ‘puerro salvaje’ es una planta diferente, mucho más rara. Pero es más fácil escribir ‘puerros silvestres’. Por lo tanto, allí. También puedes usar ajo silvestre, cebollino, etc.
Esta receta hará alrededor de 16-18 bollos.
Ingredientes
450 g de harina con levadura
Pizca de sal
2 cucharaditas de levadura en polvo
110 g de mantequilla, cortada en cubos
200 g de queso Cheddar, rallado (use un buen Cheddar añejo, no algo suave que no tenga sabor a queso)
50g de puerros silvestres (o puedes usar ajo silvestre, puerros normales, cebollino o cebolla roja)
1 cucharada de aceite de oliva
200 ml de leche, más extra para glasear
Forre dos bandejas para hornear y precaliéntelos en un horno a 200/180 asistido por ventilador/Gas Mark 6. En un tazón grande, mezcle la harina, la sal y el polvo de hornear.
Lava los puerros silvestres y pica finamente los tallos. En una sartén pequeña, caliente el aceite de oliva y saltee los puerros hasta que estén tiernos.
Frote la mantequilla en la harina hasta que parezca pan rallado. Mezcle el queso rallado y los puerros silvestres con los dedos hasta que se distribuyan uniformemente.
Haga un pozo en el centro de la mezcla y agregue gradualmente la leche, mezclándolo todo rápidamente para hacer una masa. No amases demasiado la masa o los bollos quedarán demasiado densos. Estirar la mezcla sobre una superficie enharinada y, con ayuda de un cortador, hacer bollos de unos 2 cm de grosor.
Póngalos en la bandeja para hornear caliente, cúbralos con leche y hornee durante 10-15 minutos hasta que estén coloreados y bien cocidos. Servir caliente con mantequilla salada.